Peligro invisible: monóxido de carbono.
No tiene olor, color ni sabor, pero puede ser letal.
Durante el invierno aumentan los casos de intoxicación. Ventilá los ambientes. Mantené en buen estado estufas y calefactores. No uses braseros ni hornallas para calefaccionar.
Cuidá tu vida y la de tu familia. Ante síntomas como dolor de cabeza, mareos o náuseas, apagá la fuente de calor y buscá atención médica urgente.